La exfoliación es un proceso que realizamos comúnmente para eliminar las células muertas y ayudar a nuestra piel a regenerarse; aunque no todas las pieles reaccionan de la misma manera, ya que algunas son más sensibles y pueden resultar un poco dañadas por los componentes del exfoliante.

Por eso hoy te presentamos un exfoliante para la piel sensible, que puedes hacerlo sin miedo a terminar con la piel irritada y con ingredientes 100% naturales y fáciles de conseguir. Ya verás que el efecto calmante y desinflamatorio de la manzanilla, así como el poder regenerativo de la lavanda; y antioxidantes de la almendra, mantendrán tu piel en las mejores condiciones.

Para hacerlo necesitas:

• ½ taza de almendra cruda molida (100 g)
• 3 bolsitas de infusión de manzanillal
• 15 gotas de aceite esencial de lavanda
• ½ vaso de agua (100 ml)

Cómo prepararlo

Para empezar, necesitamos hacer una infusión con las tres bolsitas de té de manzanilla en los 100ml de agua. Una vez que hierva, retíralo del fuego y déjalo reposar 10 minutos.

Tibia la infusión, agrega las 15 gotas de aceite esencial de lavanda. Aunque si eres de piel extremadamente sensible, puedes reducir la cantidad de lavanda.

Por último, agrega la almendra molida y mezcla con las manos hasta lograr una masita bastante sólida. En caso de que le falte humedad a tu mezcla, puedes agregar un poco de agua. La idea es tener una pastita que pueda manejarse fácilmente.

Guarda tu exfoliante en un frasco de vidrio para que lo podrás conservar en el refrigerador sin problemas.

Recuerda que para saber cómo reaccionará tu piel ante este o cualquier otro exfoliante, puedes aplicarlo en una zona pequeña y ver que pasó en tu piel. Así sabrás si los ingredientes son muy agresivos o puedes continuar con la exfoliación.

Para utilizarlo necesitas humedecer tu rostro, y tomar en tu dedo la cantidad de exfoliante de aproximadamente una avellana y extiéndelo por tu rostro, sobre todo en la barbilla, nariz y frente, dando un suave masaje.

Luego enjuaga con agua tibia o fría y seca bien. Termina tu proceso hidratando tu piel con alguna crema. Además del rostro, el exfoliante es ideal para aplicarlo en todo el cuerpo, verás que después tu piel estará más suave y lucirá hidratada.

Te recomendamos realizar la exfoliación una vez a la semana o cada 15 días, dependiendo de cómo haya reaccionado tu piel.