En Estados Unidos ya llegó a nueva normalidad a la industria de los conciertos, pues hace unos días se llevó a cabo el primer concierto de rock con reglas de sana distancia para mantener al público, artistas y organizadores a salvo y sin riesgo de contagiarse de COVID-19.

El concierto (el cual corrió a cargo de Travis McCready, líder de la banda de country y rock Bishop Gunn) ocurrió en el estado de Arkansas, después de una serie de negociaciones con el gobierno del estado, puesto que se garantizó que el evento cumpliera con todos los requisitos para su realización.

Travis McCready se convirtió en el primer músico estadounidense en subir a un escenario en tiempos post-coronavirus, ante una audiencia de únicamente 200 personas (80% por debajo de la capacidad real del recinto).

Entre las reglas de sana distancia que se aplicaron en este concierto estuvieron las de garantizar que los fans estuvieran separados por grupos pequeños y con mínimo de 1 metro de distanciamiento entre cada uno. Además, se tomó la temperatura de todos los asistentes y se permitió el ingreso a los baños a no más de 10 personas simultáneamente.